Hace unos meses mientras preparaba el viaje a Japón, recibí bastante ayuda a través de las redes sociales. Entre todos los correos y comentarios, @stamptopy me descubrió las agendas Hobonichi. Si no saben de lo que les hablo, lean, porque vienen con fuerza. 

@stamptopy había viajado hacía un tiempo al país nipón y se conocía todas las tiendas de scrap y materiales para crafters y, supongo que viendo mis deslices con los objetos de papelería, me insinuó una tienda interesante “Loft”. Allí podría encontrar las famosísimas agendas Hobonichi.

Me sentí una tremenda ignorante tras escuchar la palabra “famosísimas” delante “hobonichi”. Me sonaba a chino japonés. Así que, apunté bien el nombre para descubrirlas. Ya preguntaría. Cuando tuve oportunidad me colé en un Loft y busqué la dichosa agenda mientras el mister esperaba en una tienda de libros. No la veía.

Ya llevaba unos cuantos días en Tokio y sabía lo peligroso que es preguntarle a un japonés. Son tan amables que hacen lo imposible por ayudarte. Sin embargo, después de varios minutos buscando y con el marido esperando en la puerta, me aventuré con la chica que estaba en las cajas. Saqué el móvil y le enseñé “TOBONOCHI”. Acercó varias veces la vista. Pensó en voz alta. Al rato la pobre se hacía cruces ¿¿”to-bo-ni-chiii???”, me decía mientras se armaba una inmensa cola en la caja. ¿¿To-bo-ni-chiii??, empezaba a chillar al ritmo que yo me ponía más roja y ella rebuscaba en su base de datos. Percatándome de que no nos entendíamos y que aquello me habían dicho que era FAMOSÍSIMO, acerté a explicarle que era una especie de agenda. En ese momento abrió los ojos de par en par (tanto que ya no parecía japonesa) y empezó a dar palmitas- aaaahhhh!!! HO-BO- NI- CHIIII, ¡¡¡HOBONICHI techo!!!. me lo escribió en un papel. ¡Vaya fallo por mi parte!, pero por fin nos habíamos entendido. Tras eso me explicó que no la tenían, que la agenda salía en septiembre. Yo seguía sin saber cómo era y qué tenía de mágico.

Así que salí del país nipón sin verla y ya en España me aprendí la lección. La hobonichi es un cuaderno-diario, con una página por día donde la magia radica en las manos del que la compra. La idea es sacar el lado más artista y utilizarla no sólo para apuntar las típicas reuniones, citas y obligaciones que todos tenemos, sino lo ocurrido durante el día. El objetivo es hacerlo de un modo creativo. Pegar un recorte. Hacer un dibujo. Decorar con pegatinas. En esto los japoneses se llevan la palma. Lo que más me gusta de la idea es que sirve como un diario, que con los años tiene que hacer ilusión volverlo a ver.

¿Y cómo se usa? Pues siendo una inexperta en la materia, creo que lo mejor es que pinchen aquí, ya que es la información de su página oficial. Para coger ideas y sacarle partido pueden consultar unos cuantos perfiles de instagram. Particularmente, el que más me gusta y al que seguía desde hace tiempo (antes de conocer la famosa palabra Hobonichi) es @penguiscreative, que hace unos dibujos preciosos y ordena los textos que da gloria verlo.

@mylittlehannah también se ha sumado recientemente a esta tendencia y tiene varios post en su blog.

Así que yo, que otra cosa no, pero cabezota soy un rato, me he empecinado en que este año mi agenda iba a ser Hobonichi como la que más. Llena de anécdotas y dibujos. Este fin de semana me he hecho con la agenda pequeña de Mr.Wonderful a página por día y aprovecharé las pegatinas que lleva para romper el hielo. Me motiva llenar la hoja con garabatos y hacerla algo más personal.

¿Conocían este método? ¿Qué les ha parecido? Iré mostrando parte de esta agenda hobonichi (de pega) en mi cuenta de instagram @mrs.maple.

Siempre suya,

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Mrs. Maple