Ya saben ustedes que Don Decidido decidió dejarse barba hace unos meses. No sé si le llegó un poco tarde la crisis de los treinta o un poco pronto la de los cuarenta.  El caso es que  en los albores de su barba, cuando nadie confiaba en que el reto del señor Maple fuera a durar mucho y le preguntaban…¿y esa barba, por qué te la dejas? sin el menor complejo contestaba: «me voy a hacer hipster». Yo me hacía cruces temiéndome lo peor.

Tanto insistió con la nueva versión de sí mismo, que  un día su madre nos sorprendió con un : «me he informado de qué es eso de ser hipster».  Él, que no ha sido nunca de ir a la última, le debió de pegar un susto a la mujer de padre y señor nuestro.

La cosa no ha ido a más que lo de dejarse barba y ponerse de vez en cuando una camisa de cuadros. Las gafas las lleva de serie. Vivir con un pseudohipster no está mal. Pero el otro día me preocupé mucho.

Estaba llegando a los vestuarios del gimnasio cuando vi salir a un hipster de los auténticos. Me pilló fuera de lugar. Yo tenía en orden mi modelo de hombre de gimnasio. Individuo depilado y musculoso hasta no poder juntar los brazos a su tronco. Aquel tipo con su barba espesa y kilométrica, su cabeza rapada por debajo y una especie de coleta por arriba me dejo más en shock, que los 20 km de bicicleta que acababa de pedalear.

Temiendo que mi marido también lo hubiese visto y que pretendiese llegar hasta esos límites, me informé bien de lo que es un hipster. Porque a  cabezota no le gana nadie. Así que más vale que me vaya empollando la lección para saber lo que me espera.

Aquí les dejo algunas de las claves que definen a este espécimen en su versión más moderna.

1. Tienen gustos e intereses asociados a lo vintage, lo alternativo y lo independiente.

2. Su interpretación de la moda se basa en el uso de pajaritas, tirantes, pantalones estrechos y sombreros variados.

Por contra, 3. Están avanzados tecnológicamente. Se han forjado en el asfalto. Les encantan los smartphones de diseño, como el iphone.

4. No les puede faltar una moleskine en el bolsillo.

5. Usan instagram. Y si se tercia una polaroid.

6. Se les suele ver con camisas de cuadros (también conocidas como modelo leñador)

7. Los que son miopes llevan gafas de pasta y los que no, llevan gafas como complemento.

8. Les gusta la música alternativa. No me pregunten de qué género.

9. Son sensibles a su imagen. No quieren ser como los demás.

10. Su mayor característica y por la que no podrán pasarles desapercibidos es que llevan barba y bigote.

Por si todavía les quedan dudas. O alguno que me lee incluso está pensado si es un posible hipster, este test de cuantarazon.com, no falla!

El caso es que cuando algo se pone de moda deja de ser moda para los hipster. Por eso en los últimos tiempos ya hemos visto frases como:

– Yo no soy hipster, soy un leñador canadiense miope.

– Yo era hipster al principio, pero luego se volvió muy comercial.

En mis investigaciones por la red, he descubierto que a esta tipología de varones urbanitas se les llama lumbersexuales. Así que esperemos que a Don Decidido se le quede todo en la barba, y las gafas, que las lleva por condena.

Feliz lunes

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Mrs. Maple