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San Valentón

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Hoy vi en instagram una frase que me impactó “la vida es corta, y luego te mueres”. Iba sentada en un tranvía y no pude evitar mirar a la gente que estaba a mi alrededor. A ninguno conocía, pero a todos nos esperaba lo mismo. Incluso al perrito que iba dentro de un capazo de mimbre y que portaba con estilo un señor. Para él la vida todavía sería más corta. Para el perrito.

Éste es el título de un libro de microrelatos que tiene muy buena pinta, pero que me dejó pensando largo y tendido en la grandeza de su título.

Sumida en esta congoja incoercible me arrebató el fantasma de Cupido. He decidido, que a pesar de mi escepticismo a las fiestas inventadas por los centros comerciales y contradiciendo a mi espíritu de que el amor se celebra todos los días, este año debo hacer algo especial para San Valentín. O San Valentón, como a mí me gusta llamarlo. A cada año de relación con la pareja hace falta sumarle un kilo de valentía y tesón para que el enlace se mantenga fuerte. Y como hoy es un viernes de recomendaciones, les voy a hacer sólo una. El tiempo quizá sea de lo poco que no se puede comprar. Así que regalen su tiempo a su pareja. Yo, a riesgo de que el Mr. me lea y fastidiarle la sorpresa tengo pensado llevarle un desayuno a la cama. De vivir un día de amor a la antigua usanza. Ignoraremos el chocolate y las rosas. Apreciaremos una conversación, las notas de la guitarra o una canción de las nuestras. Un día, unas horas, un minuto o un segundo. No habrá mejor regalo que éste.

Y para la ocasión le he diseñado esta lámina que le colocaré en la bandeja. Se la comparto por si quieren imprimirla o les ha pillado el tiempo sin tiempo para mayores detalles.

luna-coheteA los suscriptores se la envío en alta resolución. Y a los que todavía no lo son, les digo que mañana acaba un bonito sorteo, y sobre todo muy dulce! Razón aquí.

Siempre suya,


Mrs. Maple

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