Estimados lectores,
Perdonen que les moleste a estas horas. Seguramente les pille calzándose algo rojo, acicalándose la melena o el bigote. Metiendo la merluza en el horno. Dando el último toque a la porrusalda. O subiéndose en los tacones. Casi listos para dar lo mejor de si mismos en la despedida de este año. No quería despedirme sin agradecerles cuánto me han dado y sin compartirles mi carta más personal dedicada a este año que se marcha.