Soy una sinvergüenza. Ha pasado enero con su cuesta, sus rebajas y sus propósitos y yo sin aparecer. Tengo posts en estado «borrador», que me temo quedarán en agua de borrajas. Pero héteme aquí! dando la bienvenida a febrero. Ese mes cortito, pero intenso. Ese mes donde la luz crece cada día. Ese mes donde se celebra el amor de la forma más cursi y rosa. Y por eso, aún con el miedo metido en el cuerpo ante la inminente llegada de miniMaple, no he querido saltarme la tradición de regalarles la postal de «San Valentón» que vengo haciendo año tras año.