LLevo unos días bastante desaparecida, muy a mi pesar. Me encantaría decirles que me he perdido en una isla paradisíaca, que el amor de mi vida me ha secuestrado y me ha llevado a las Seychelles, o que me tocó el cupón de la once y no he parado de festejarlo desde entonces. La realidad es mucho más aburrida y se llama trabajo.

Ha llegado noviembre y se ha llevado por delante el aniversario de Don Decidido. Este año me pilló tan desprevenida que se me ocurrió hacerle un calendario de adviento como regalo. La idea inicial pretendía ser algo como lo que les conté aquí. Sin embargo, no pude armarlo a tiempo y he tenido que improvisar. Cada día, en el mismo rincón, le dejo un paquetito con su número correspondiente. Algunos contienen objetos y otros son «planes conmigo» o «planes para él».  Esta idea me ha permitido poder seguir buscando cosas que no tuve tiempo de reservar/comprar antes y él está más contento que unas castañuelas. Tres puntos, colega! Sigue leyendo →