El peor trabajo de mi historia

Hoy al salir de casa me habían cambiado las calles. Me he visto rodeada de bandeloras y camiones anunciadores cual vendedor de melones, cantando a #gritopelao que se acercan las elecciones locales. Por si no nos habíamos enterado.

A mí, a golpe de la turuta, me han venido a la mente una mezcla de recuerdos entre el horror y la risa del que sin duda ha sido #elpeortrabajodelahistoria que he tenido nunca. No puedo borrar de mis recuerdos aquel día oscuro. Encerrada en aquella nave de un polígono industrial de dudosa calaña con otras tres amigas. Por un día nos vimos en peores circunstancias que si nos hubieran enviado a Guantánamo. Y eso que las dos de Cuenca venían ya curtidas de sus largas horas de vendimia.

Mujeres trabajando en carpinteria Sigue leyendo