logo-mrs-mapple

Un regalo de boda

pareja-sentada

Hoy es martes de boda. Como ya les conté aquí, Don Decidido necesitó 11 años para dar el paso de pedirme matrimonio. Conociéndole me imagino que no fue fácil tomar esa decisión. Tampoco buscar un anillo de compromiso. Ni inventarse aquella manera tan original de declararme sus intenciones. Así que llegado el momento yo también quería sorprenderle.  Le haría un regalo que le recordase aquel importante hito en nuestra historia.

El problema es que a Mr. Maple no le gustan mucho los obsequios. Nos complica cualquier onomástica o aniversario porque nunca quiere nada. Un reloj, unos gemelos o cualquier otro tópico no iban a comulgar con él. Después de mucho pensar, decidí regalarle una sesión de fotos durante nuestra luna de miel en Nueva York. Algo que sin duda no se esperaba y que sería un recuerdo para toda la vida.

Contacté con Jimena Roquero. Fotógrafa. Española de nacimiento, viviendo a caballo entre “la ciudad que nunca duerme” y diversas ciudades españolas. Sabía que hacía este tipo de trabajos y además me parecía la mejor. Casualidades de la vida, cuando quisimos cuadrar fechas para el mes de mayo resultó que ella ya no estaría por Nueva York. Nuestros aviones se cruzaban y para cuando nosotros aterrizásemos en yankilandia, ella estaría en España cubriendo la gran temporada de bodas que se produce inmediatamente después de la floración de los cerezos en el Valle del Jerte. Aún así, Jimena me tendió una mano y me pasó el contacto de una compañera que estaba dispuesta a hacer el trabajo. El problema, era americana. Y a pesar de que nos defendemos en inglés, no tenía ni idea de cómo sería hacer una sesión de fotos en otro idioma ni cómo nos iba a “dirigir”. Sin embargo, la dulzura y facilidades que me transmitió en sus muchos correos electrónicos hizo que finalmente Anna Beeke fuese nuestra fotógrafa.

Contratada la pieza principal pasamos a dibujar el plan. La idea era sorprender a Mr.Maple a la salida del teatro. Teníamos un día programado en Broadway para ver el Rey León y habíamos conseguido entradas para la sesión de mediodía, así que podíamos quedar en un punto y hora concretos sin tener que “arrastrar” al engañado. Quería que de repente alguien gritara su nombre y él creyera que había encontrado un conocido en Nueva York sorprendiéndose al ver la cara de una desconocida que le reconocía sin tener ni idea de quién era.

Como siempre todo es más fácil sobre el papel. Los días en la isla fueron en su mayoría lluviosos. Temía que tuviéramos que suspender la sesión. Así que un día antes de la sorpresa tuve que confesarle a Mr. Maple todo lo que había estado preparando y que si él estimaba que debíamos cancelarlo quedaría suspendido el regalo. Anna estuvo aguardando hasta el último momento. Por suerte el tiempo nos dio una tregua y aunque la niebla tocaba prácticamente el asfalto, la lluvia no hizo aparición hasta el final de la sesión. El ambiente a ras de las nubes era muy romántico. Todo quedaba desdibujado.

Y en algún momento dejó de importar el mal tiempo. Estábamos distendidos y relajados. Nos olvidamos del mapa, de las líneas de metro y nos dejamos guiar a los diferentes puntos de La Ciudad donde nos haríamos las fotos: High line, Times square y Brooklyn Bridge. Sólo estuvimos pendientes de abrazarnos y besarnos. El viaje cobró un sentido muy especial. Sin duda una experiencia que recomiendo a todos.

Siempre suya,


Mrs. Maple 

COMPARTIR

chica-escribiendo
Suscríbete a la

Newsletter

Para recibir puntualmente un email inspirador